Los protectores y vendas de descanso para caballos son una parte fundamental para su equipamiento y cuidado. Sin embargo, cada caballo tiene unas necesidades diferentes, pues las horas de entrenamiento y la anatomía de cada uno es distinta.
A la hora de elegir un protector o venda de descanso tenemos que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Protectores: son fáciles de colocar. Al ser almohadillados, las extremidades del caballo se mantienen calientes. Su limpieza es fácil, por lo que permite su uso diario en perfectas condiciones de higiene, aspecto básico a tener en cuenta, ya que cualquier suciedad puede provocar heridas o lesiones en las patas del caballo con el roce. Sin embargo, hay que tener en cuenta que nunca debemos poner un protector húmedo o mojado para no dañar la piel de nuestro caballo.
- Vendas: se adaptan mejor a la anatomía de las patas del caballo, pero hay que saber colocarlas, ya que de apretarlas demasiado, podemos causar lesiones en los tendones al reducir su movilidad. Son una de las mejores opciones para calentar las extremidades del caballo antes una jornada intensa de actividad física. Su suavidad permite su uso en aquellos caballos que se encuentran incómodos con un protector rígido.
Tanto uno como otro contribuyen al bienestar del caballo, siempre teniendo en cuenta que su uso debe limitarse al período de descanso de nuestro equino, nunca deben utilizarse cuando se encuentre trabajando.